Kurtis Baute se autodenomina un “científico curioso”. Y, como tal, hizo algo inusual: se encerró en un invernadero con 200 plantas.
El canadiense ingresó a estructura de plástico de tres por tres metros a la medianoche del martes pasado en la Columbia Británica, oeste de Canadá.
El objetivo: crear consciencia sobre el cambio climático, al tratar de comprobar si las plantas, que utilizan la luz solar para convertir el CO2 en oxígeno durante la fotosíntesis, iban a regular los niveles de CO2 en la cúpula.
La idea consistía en estar tres días encerrado con las plantas, pero se vio obligado a abandonar su intento después de 15 horas, a medida que aumentaron los niveles de CO2.
Agradeció a los fanáticos y describió la experiencia como un “gran éxito”.
Con el hastag #KurtisInAJar, el joven canadiense publicaba cómo iban las cosas durante su estadía en el invernadero.
https://twitter.com/kurtisbaute/status/1055208841011326977
“Soy libre”.
El aire que exhalan los humanos contiene más CO2 que el aire que inhalamos. Eso significa que los niveles de CO2 dentro de la cúpula aumentaron a medida que el experimento continuaba. Cuando el nivel de CO2 alcanza el 10%, las personas pueden sufrir daño cerebral, caer en coma o morir.
LEA LA NOTICIA COMPLETA EN Metro.pr