El sargazo es una macroalga pelágica o flotante de color marrón verdoso que depende de vesículas llenas de aire para flotar y recorrer largas distancias en mar abierto. Sirve de hábitat, alimento y protección para diversas especies marinas, como tortugas, crustáceos, peces y aves, siendo un componente vital para los ecosistemas costeros y marinos. Existen distintas variantes genéticas del sargazo dependiendo de la zona geográfica que habiten, pero hay dos tipos que son flotantes – Sargassum natans y Sargassum fluitans, siendo estas las principales responsables de su llegada masiva a nuestras costas.
Históricamente, el sargazo se concentraba en el Mar de los Sargazos, pero desde 2011, ha proliferado por el Océano Atlántico y el Mar Caribe creando el Cinturón de Sargazo del Atlántico. Este cinturón corre desde la costa oeste de África hasta la costa este de México, afectando críticamente zonas del Caribe, el Océano Atlántico y el Golfo de México. El cambio en los patrones de movimiento y abundancia del sargazo es una clara señal de alarma del cambio climático. Los investigadores internacionales han identificado que el calentamiento de los océanos y el aumento de nutrientes como el nitrógeno y el fósforo, producto de la actividad humana, están alimentando y nutriendo esta proliferación sin precedentes. Además, el sargazo contiene arsénico y microplásticos, haciéndolo peligroso y tóxico tanto para los ecosistemas marinos como para los humanos.
Lejos de ser solo una molestia turística o un problema puntual, el sargazo es un mensaje claro: la naturaleza nos está advirtiendo sobre las consecuencias del cambio climático.
Su acumulación en el mar impide la entrada de luz solar, afectando la fotosíntesis en corales y yerbas marinas, y su descomposición en las costas genera gases nocivos que afectan la salud y bienestar de las comunidades costeras. Las actividades más afectadas económicamente por la descomposición del sargazo en la costa son la pesca y el turismo. En mayo 2025, el Laboratorio de Oceanografía Óptica de la Universidad del Sur de Florida (USF), reportó aproximadamente 37.5 millones de toneladas métricas de sargazo en el Atlántico y el Caribe, duplicando el récord anterior de 2018. Países como México, República Dominicana y Puerto Rico, se han visto gravemente afectados por el arribo masivo de sargazo a sus costas. En el archipiélago puertorriqueño, lugares como Playa Santa en Guánica, Punta Santiago en Humacao y áreas de la costa de Fajardo, Yabucoa y la Laguna del Condado en San Juan han sido cubiertas por estas mareas de algas.
En Puerto Rico, el Sargassum Tracker de CARICOOS proporciona información actualizada sobre la presencia de sargazo en las costas, permitiendo a las autoridades y al público en general tomar medidas preventivas (caricoos.org). Mientras que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) ha implementado sistemas de vigilancia y monitoreo en las zonas afectadas, y, recientemente, ha afirmado que van a comenzar a analizar el sargazo que llega al archipiélago para posible uso agrícola.
Frente a esta crisis, se han ideado nuevos propósitos para transformar esta macroalga en productos o materiales que representan oportunidades que promueven una economía circular y plantean una solución ecológica al fenómeno. Algunos de estos productos o materiales son bloques de construcción (Sargablock), paneles de construcción (SARGAPANEL: INNOVACIÓN PARA CONSTRUIR CON SARGAZO – UNAM Global), plásticos, libretas, zapatos y energía (Seaweed Generation – an Unreasonable company).
Sin embargo, estas iniciativas innovadoras no son suficientes. La remoción inadecuada puede poner en riesgo nidos de tortugas y elimina una fuente de alimento para diversas especies costeras.
El fenómeno del sargazo no es un problema aislado: es un síntoma visible de la crisis climática que enfrentamos todos. La forma de atender estas mareas de sargazo es de suma importancia. Es necesario integrar a las comunidades locales, regionales y globales para buscar soluciones ecológicas que sean sustentables para el manejo del sargazo en las costas a la vez que se reconoce e la importancia de este hábitat crítico para los ecosistemas costeros y marinos.
Necesitamos una respuesta inmediata y coordinada que integre ciencia, innovación, educación ambiental, comunidades y participación ciudadana.
Únete a redes comunitarias, apoya a las organizaciones que investigan el fenómeno y promueven soluciones ecológicas. La naturaleza ya nos está hablando. ¿La estamos escuchando?
Fuentes:
Información básica sobre el sargazo | US EPA
El mar se vuelve marrón: la ola de sargazo que ya cubre playas en Puerto Rico
El sargazo toca el este de la isla y obliga a poner playas bajo vigilancia – Primera Hora
The Great Seaweed Invasion | Breakthrough
How Bricks Made From Invasive Seaweed Clean Mexico’s Beaches | World Wide Waste | Business Insider
https://app.gotowebinar.com/index.html#990900227/5327072712126827867/5951266563054525530
Fotos por Ricardo Arduengo